
No fue el mejor año para Hugo Moyano, pero antes de que termine 2025 el líder sindical enfrenta otra acusación que puede poner en jaque su liderazgo en la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, donde fue reelegido en un congreso realizado el 28 de noviembre pasado: opositores internos denunciaron que ese encuentro se hizo en medio de irregularidades legales y estatutarias que ponen en duda su validez.
Se trata de otro contratiempo que se suma a una sucesión de hechos que indican un declive de su poder: desde las paritarias a la baja que viene firmando hasta la denuncia judicial por un presunto fraude en un hotel de Camioneros en Mar del Plata, por el que tuvo que desplazar a dos dirigentes, pasando por la aguda crisis de la obra social, que derivó en protestas de trabajadores de sus sanatorios por falta de pago de los salarios, donde se exhibieron carteles responsabilizando por el conflicto a Liliana Zulet, la esposa del líder sindical, y ahora con la decisión de poner en venta el Sanatorio Antártida.
No fue todo: la denuncia judicial en Mar del Plata desató una pelea con Marcelo Aparicio, secretario Gremial del Sindicato de Camioneros y allegado a Pablo Moyano, a quienes los fieles de Hugo presionaron de distinta forma para echarlo de su cargo u obligarlo a renunciar.

En las últimas semanas, sugestivamente, Aparicio se mostró activo en el club Deportivo Camioneros, que preside Pablo Moyano, quien desde hace 4 años mantiene un fuerte enfrentamiento con su padre, que lo llevaron a fines de 2024 a alejarse de la CGT y del sindicato.
Otro dato negativo: el jefe de Camioneros tampoco logró hasta el momento que empresarios de recolección de residuos de CABA y el gobierno porteño anticipen a los trabajadores plata de las indemnizaciones que cobrarían en 2028, en que se vencen los contratos de la actividad. En realidad, había desistido de ese reclamo en noviembre de 2024, pero hace un mes reflotó su exigencia de que se aplique la llamada “Ley Moyano” para atenuar el malestar interno entre los recolectores de residuos y debilitar la postura de Aparicio y sus delegados afines.
Ahora, en medio de un tenso clima, se conoció la acusación de los opositores en el Sindicato de Choferes de Camiones de Santa Fe, donde la Justicia suspendió las elecciones previstas para el 12 de octubre pasado, por la denuncia de “proscripción” por parte del oficialismo.

En esos comicios se iba a presentar para su reelección Juan Chulich, alineado con Hugo Moyano, pero surgió una lista opositora liderada por Oscar Galarza, a quien la junta electoral, dominada por el oficialismo moyanista, no habilitó para participar de la votación, lo que dio lugar a una denuncia judicial por “maniobras proscriptivas”.
Sin embargo, Chulich desobedeció la orden de la Justicia con la excusa de que el fallo no estaba en firme y realizó igual las elecciones, donde ganó sin competencia alguna, aunque con una legitimidad jurídica cuestionable.
Ahora surgió la acusación de los opositores conducidos por Galarza de que los congresales de Chulich participaron luego del congreso de la Federación de Trabajadores Camioneros que reeligió a Hugo Moyano, pero no estaban en condiciones de hacerlo porque esos delegados ya no contaban con mandato vigente (dan por sentado que los comicios realizados no fueron legítimos debido a la suspensión dictada por la Justicia).

Según el estatuto de la Federación, como advirtieron los opositores, sólo pueden integrar el congreso quienes tengan “representación válida y actual” en sus sindicatos de base. “Esa condición no es decorativa: es la que legitima la conformación del órgano, la emisión del voto y, en consecuencia, la validez de las autoridades electas -señalaron-. Aun así, los congresales de Santa Fe (alineados con Chulich) participaron del encuentro, votaron y uno de ellos fue incluso designado en el Consejo Directivo de la Federación”.
Además, este mismo sector opositor en Santa Fe denunció ante la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que el oficialismo de Chulich y la junta electoral iniciaron acciones en distintas jurisdicciones en procura de encontrar un “foro judicial amigable”, seleccionando tribunales potencialmente favorables a sus intereses (lo que se conoce como “forum shopping”).
Según consta en esa presentación, luego de intervenir durante meses en los tribunales laborales de Rosario —sin objetar la competencia— los mismos actores intentaron trasladar el conflicto a otra jurisdicción tras recibir decisiones adversas. El planteo sostiene que se trató de una búsqueda deliberada de un “foro más favorable”, una práctica considerada abusiva por la doctrina judicial.
El escrito también señala que se intentó avanzar con el proceso electoral que había sido expresamente suspendido por orden judicial, generando “seudo-mandatos” que luego fueron utilizados para justificar representaciones que, al momento del Congreso de la Federación, ya se encontraban vencidas.

Esta polémica contamina obviamente el congreso en el que se reeligió a Hugo Moyano, junto con Jorge Taboada como secretario adjunto y Jerónimo Moyano -hijo menor del líder sindical- como nuevo secretario Gremial.
De esta forma, la provincia de Santa Fe se consolidó como uno de los principales focos rebeldes hacia el liderazgo de Moyano. Además de la lista opositora de Chulich, en esa provincia pesa fuerte la figura de Sergio Aladio, el principal opositor al líder nacional, que en 2015 desafilió al Sindicato de Camioneros de Santa Fe de la estructura moyanista y logró ser avalado por la Corte Suprema, mientras reivindica su autonomía y la necesidad de que la dirigencia porteña, centralista, respete la independencia de los gremialistas del interior.
Aladio sumó disidentes de Camioneros en todo el país con la idea de armar una federación paralela y tomó decisiones que lo diferenciaron más de Hugo Moyano: tiene su convenio colectivo de trabajo, que se aplica en la mayoría de las empresas de la provincia, y cuenta con su obra social propia, sin el déficit de las dos entidades que regentea el líder nacional de Camioneros a través de una empresa presidida por Liliana Zulet, su esposa.
¿Salpicará el conflicto santafesino de Camioneros el nuevo mandato de Hugo Moyano en la Federación? Será, en todo caso, un problema más que se sumará a una larga lista de episodios que se acumulan y dejan a la luz las grietas de un liderazgo que no es el mismo de antes.



