
La contundente victoria electoral de La Libertad Avanza a nivel nacional dejó a la oposición desconcertada en la Cámara de Diputados. Los planes del peronismo y los sectores más duros de la oposición dialoguista, que apostaban a sancionar el Presupuesto 2026 antes del recambio del 10 de diciembre, estallaron por el aire y ahora evalúan los pasos a seguir.
Cerca de Martín Menem, presidente de la Cámara, se muestran confiados y plantean que después del resultado del domingo “sería lógico que la oposición proponga algunas modificaciones mínimas al texto del oficialismo”. Ese proyecto no contempla partidas para implementar las leyes de emergencia en pediatría (Garrahan) y discapacidad, tampoco el aumento del financiamiento universitario. Hasta antes de las elecciones, eso era inaceptable para la mayoría de los bloques opositores.
Los libertarios, por su parte, especulan con que llegarán a un acuerdo para posponer el debate y tratar la “Ley de leyes” durante sesiones extraordinarias.
“Hay que ver qué arreglan con los otros gobernadores, nosotros principalmente queremos saber si se van a respetar los puntos que ya veníamos negociando. Y también queremos saber cuáles van a ser las nuevas desregulaciones que anunciaron”, confió un diputado que responde a un mandatario del norte, muy preocupado de que su provincia se quede fuera de los interlocutores con los que negociará la Casa Rosada.

El peronismo insiste en que está trabajando en su propio proyecto y firmará dictamen la semana que viene, como estipula el emplazamiento aprobado en el recinto. Pero si bien esa mayoría opositora le puso un límite de tiempo al Gobierno hace apenas dos meses, el escenario político sufrió un cimbronazo.
En concreto, para que exista un dictamen válido más de la mitad de los presentes deben firmar algún dictamen (el peronismo no tiene mayoría propia en la comisión). Por lo tanto, el Gobierno podría desactivar el avance opositor si llega a un acuerdo con algunos bloques estratégicos para que no firmen ningún despacho.
También puede ocurrir que tanto el peronismo como otros bloques avancen con sus dictámenes, pero luego no tengan los votos para conseguir la media sanción en el recinto.
“Puede ocurrir que convoquemos a una sesión, pero después no tengamos quórum. Los cordobeses ni atienden el teléfono, deben estar en shock todavía”, ironizaba ante Infobae un referente dialoguista para graficar las eventuales dificultades para sumar voluntades. Y agregaron: “A nosotros ya nos llamaron para ver si estábamos dispuestos a posponer el debate, pero les pedimos que se comprometan a convocar a sesiones extraordinarias”.
Lo cierto es que el oficialismo recuperó la iniciativa política y también dejó trascender que vetaría cualquier iniciativa que no esté a tono con los planteos libertarios. Los gobernadores se mantienen expectantes ya que el bloque La Libertad Avanza tendrá mucho margen de maniobra con la nueva conformación de la Cámara y no estará obligado a acordar con todas las provincias para conseguir mayoría, por lo que nadie quiere correr el riesgo de mostrarse demasiado confrontativo y quedar afuera de la mesa de negociación.
“La jugada lógica sería que prorroguen las sesiones ordinarias y convoquen a una sesión para el miércoles 17 de diciembre. Siempre que haya un acuerdo previo con los gobernadores. Todos necesitamos que haya Presupuesto”, explicó un diputado que responde directamente a las órdenes de un gobernador.
En eso sí hubo coincidencias, para la oposición tanto el gobierno de Trump como el marcado no verán con buenos ojos que Milei no consiga los acuerdos mínimos para aprobar un Presupuesto por tercer año consecutivo. “Todo va a depender de los gobernadores”, se resignaban en la bancada peronista.



