Carlos Leeb, ex futbolista de 57 años identificado con Chacarita Juniors, expresó públicamente su difícil presente y lanzó un pedido de ayuda. Durante una entrevista en el canal de Youtube de Pablo Funebrero, el Gatito reveló su deseo de pasar sus últimos años en Villa Maipú, dentro del club que considera su casa.

Leeb, cuyo último paso como DT fue en el club Ciudad Nueva de Santa Cruz en julio del año pasado, admitió estar atravesando una situación económica compleja, resultado de malas decisiones y estafas financieras que lo llevaron a perder parte del patrimonio conseguido durante su carrera en el ascenso y como entrenador.

Gané plata, gané plata en el ascenso. Gané plata como técnico también, pero hice malos negocios. Me han estafado, me he equivocado. He tocado fondo, y no me tiembla la mano, o no me tiembla el pulso, para pedir ayuda”, expresó. Según su testimonio, en este contexto ha recibido apoyo de integrantes y allegados a Chacarita, quienes lo ayudan “con un paquete de yerba, con diez mil pesos” o con gestos que valora enormemente. “Eso no tiene precio. Y son anónimos, o sea, están en el anonimato. Tendría que hacer una lista. Gigante”, reconoció.

Leeb dejó en claro que este pedido lo realiza con humildad y que no busca desplazar a otros trabajadores del club ni postularse para dirigir inferiores o equipos. Su intención pasa, según expresó, por colaborar en cualquier función y estar siempre disponible. “No le quiero sacar el lugar a nadie. No, no quiero dirigir inferiores, no, pero estar a disposición. A disposición en donde me necesiten”, puntualizó.

El histórico del Funebrero manifestó que las máximas autoridades del club conocen su situación y su deseo. “Lo sabe el presidente. Por eso lo puedo contar también, ¿no? Lo sabe el presidente, lo sabe la gente cercana al presidente. Uno está esperando nada más el llamado”, indicó al canal de Youtube.

Al cierre de la entrevista, Leeb reafirmó su empeño en pasar sus años cercanos al club y colaborar en todas las tareas posibles. “Hay que limpiar, limpiamos. Hay que barrer, barrer. Lo que le falte. Al cuerpo técnico, estar encima a lo que le falte. Estar en el poli… lo que sea», sostuvo.

Su carrera la inició en Banfield a mediados del 2005 y luego pasó por Guaraní de Paraguay, Universitario de Sucre, Bandar Abbas de irán, Nacional de Potosí, Chacarita, Inti Gas de Perú, Ayacucho FC de Perú, Sports Boys de Bolivia, Destroyers de Bolivia y Gran Mamoré de Bolivia.

Carlos Leeb contó el duro momento que vive tras el retiro

Durante una parte de la charla, el ex deportista con pasos en Estudiantes, Banfield y Ferro, puso en primer plano su vínculo inquebrantable con el Funebrero, una relación forjada desde sus comienzos como jugador en el equipo de San Martín. Leeb, cuyo paso como futbolista incluyó distintas instituciones, subrayó que ninguna entidad logró marcarlo tanto como el conjunto tricolor.

Chaca es mi enfermedad, es mi enfermedad. Es una enfermedad que está ramificada por todo mi cuerpo, de punta a punta. Y que se la pasé a mis hijos”, declaró. Leeb contó que tardó en asentarse dentro del profesionalismo, y que cuando Chacarita Juniors lo recibió, llevaba quince operaciones y una carrera atravesada por lesiones. A pesar de las dificultades físicas, su desempeño y entrega lo llevaron a conectar con los hinchas y sentirse parte indispensable del club. “Me aceptaron, me hice hincha. La gente me hizo hacer hincha. Lo más grande que tiene Chaca es la gente. Es mi gran amor, es mi amante. Capaz que me case con Chacarita”, expresó.

El ex futbolista fue más allá e insinuó que su vida personal atraviesa un momento delicado, al comparar su matrimonio de 37 años con el lazo que lo une al club: “Uno en la vida pasa cosas en el matrimonio. Yo llevo treinta y siete años de casado y a esta altura la relación no es buena, así que si me separo, me caso con Chacarita. De ser amante va a ser mi amor, es mi amor eterno”.

El Gato Leeb es un símbolo de Chacarita Juniors

Desde ese lugar de identificación absoluta, Leeb manifestó su deseo de que cuando muera, sus cenizas reposen en algún rincón asociado al Funebrero. “Mi alma, mi sangre es roja, negra y blanca. No es roja sola, es roja, negra y blanca. Mi corazón igual”, sostuvo.

Además de rememorar su historia con el club, el ex jugador y director técnico compartió un pedido concreto: desea tener un espacio físico para vivir dentro del estadio, el polideportivo o algún departamento cercano a la institución, y ponerse al servicio del club en cualquier función. “Me gustaría tener una pieza, mirá lo que te digo, una pieza, un baño, dentro del estadio o en el poli, y laburar para Chacarita y vivir para Chacarita. Hay tantas cosas para hacer, tantas cosas”, afirmó el ex delantero.

Leeb remarcó que su intención no responde a la ambición personal ni busca desplazar a ningún trabajador actual. “No quiero sacar a ningún utilero, ¿no? No digo técnico porque ya está hablado. Un lugar. Me encantaría terminar mi vida acá en Villa Maipú, en San Martín, en mi casa, viniendo todos los días a ver, a saludar, a tocar el pasto, a tomar mate, que venga la gente, que sea mi casa. Mi casa física”, relató.

Para concluir, enfatizó la idea de colaborar en cualquier puesto necesario: “Dar una mano, una mano en donde sea. Mi sueño no lo pierdo, y es vivir en Chacarita, vivir acá en Villa Maipú, en la cancha, en el poli, en un departamento cerquita, donde sea”.